Lic. Mauricio Mora Rodríguez.
Nos hemos visto en estos días inmersos en una ola de intranquilidad y preocupación por cuenta de ciertos mensajes en las redes sociales por medio de las cuales se amenaza a estudiantes y otros miembros de la institución; acudientes y padres de familia están inquietos y por orden del director de la UDEL hubo anormalidad académica en la jornada de la tarde unos días de esta semana.
Ya las directivas y las autoridades harán su trabajo y tomarán las mejores decisiones frente a este problema, pero como maestro me entristece bastante que se hable del colegio como si fuera un refugio de delincuentes y me entristece porque lo único que veo en mi salón son grupos de adolescentes con muchos talentos, muchas habilidades y que a pesar de un montón de problemas familiares, personales y económicos tienen la voluntad y la decisión de salir adelante.
Como sociedad estamos acostumbrados a recurrir a la violencia para solucionar nuestras diferencias, a dejar de lado a la ley y a la justicia para hacerlo por mano propia, en los colegios estamos precisamente para enseñar a solucionar los problemas de una manera dialogada y pacífica, pero son las familias, las comunidades las que tienen que aprender a vivir esto en la realidad de sus hogares y de sus calles, esto que está pasando es una buena oportunidad de ponerlo en práctica.
Ojalá se solucione pronto este problema y las cosas vuelvan a la normalidad, cada hora que pierde un estudiante fuera del salón es una oportunidad que se pierde para progresar, para aprender, para construir comunidad, libros y cuadernos son las únicas armas que debe haber en los colegios.
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