Por: María Fernanda Peñaloza Hueso Grado 8-3 Jornada mañana
Una fría mañana de lunes, el despertador sonó a las 4:45 a.m. lo aplace 5 minutos, porque quería estar un poquito más en la cama, aunque estaba despierta, tenía demasiadas emociones confusas desde la noche anterior; pensar en regresar al colegio después de tanto tiempo, me impactaba mucho. El despertador sonó de nuevo, esta vez sí me levante, entre a la ducha y sentí como las pequeñas gotas resbalaban por mi cuerpo, imaginaba como sería este día, tenía la sensación de que todo iba a ser un poco extraño, pero, también me embargaba sentimientos de felicidad. Busqué en el armario el uniforme de diario, verme en el espejo con el uniforme de mi colegio después de tanto tiempo, me alegró el alma, me arreglé el cabello y sentía el aire de la secadora en mi rostro, como el día estaba frio, busqué algo para abrigarme, tomé mi celular le escribí a Liseth, sentí que ella estaba igual de emocionada a mí, me despedí de mi familia y salí, aunque caminar al colegio lo había hecho muchas veces, me sudaban las manos y el miedo se iba apoderando de mí. Todo se calmó cuando me encontré con Liseth, no tardamos mucho en llegar al colegio, mis otras amigas estaban ahí, Andrea y Alexandra, las abracé y una lágrima brotó de mis ojos, ese abrazo era lo que necesitaba, seguí saludando a los demás compañeros, aunque no me llevo muy bien con ellos, verlos nuevamente me dio una inmensa alegría, ellos también saludaban a sus amigos. Valentina, Iván y Cristian se fundían en un amistoso abrazo, así como Windry y Laura.
Nos reunimos en el patio, aunque antes, cada uno estaba con sus amigos, este día todos estábamos juntos, para todos era una sensación indescriptible de alegría y amistad. Después de una corta formación, sonó el ya tan extrañado timbre, fuimos a la primera hora de clase, era español con la profesora Consuelo, ella siempre ha sido muy especial con nosotros, volver a verla y sentir su cariño alegró mucho más este primer día de vuelta al colegio. Terminada la jornada, concluí que por más problemas que tenga, los amigos, los profesores, mi colegio, me reconfortan y por más tiempo que pase alejados de ellos nunca los podré olvidar